Era miércoles por la tarde. Las cinco primeras plantas del Hospital de Marina estaban a rebosar de
personal médico y policías. Casi una centena de pacientes presentaban síntomas
parecidos a los de la infección que sacudía medio mundo: fiebre,
hemorragias internas, piel pútrida, caída de pelo, nauseas, y finalmente, la muerte.
Cada cinco minutos llegaba una nueva ambulancia del servicio municipal de
urgencias a la entrada del recinto cargando con más infectados. Muchos
miembros de emergencias y personal hospitalario resultaron también contagiados por los "infectados violentos".
Faltaban pocas horas para que se desatase la plaga a gran escala en la pequeña ciudad
portuaria de Cartagena.
En lo más alto del hospital -la sexta planta-, tres siluetas discutían
la delicada situación mientras miraban a través de la cristalera como llevaban
maniatado y amordazado a un niño pequeño que se encontraba ya en la fase
violenta.
El más joven de los tres vestía de camuflaje. Sus galones indicaban que
se trataba de un Cabo, y formaba parte del personal militar de la RAA73. En el acuartelamiento de Tentegorra le conocían como Pitt porque se daba un aire al conocido
actor de cine. Era el escolta personal del gabinete de investigación que
trataba de encontrar un antivirus en la ciudad. El otro militar era de un rango muy superior;
el Comandante Médico Antonio Madrid tenía treinta y muchos. Observaba
inmutable la escena del exterior mientras discutía por móvil. Se trataba de un hombre inteligente e insensible,
falto de ética hipocrática.
También había una mujer con bata de doctora y el pelo canoso llamada Ruth.
Debía de tener cincuenta y tantos y era la coordinadora del DCEE -grupo de Detección y Contención de Epidemias Español- formado por el Ministerio de Defensa cuando se
desató la plaga. Su Tesis sobre los Filovirus y sus trabajos científicos publicados en
revistas internacionales de medicina sobre la cepa Ébola-Bundibugyo la habían
acreditado para ocupar aquel importante puesto.
- Esto parece irreversible… -la doctora miraba a través del ventanal mientras
le brotaban unas amargas lágrimas por los ojos- el MRIID nos acaba de enviar
su informe. No pinta nada bien.
- Aún nos queda tiempo Ruth –intervino el soldado con galones-. Mañana te
trasladarán al Búnker de la Moncloa y podrás seguir allí con tus
investigaciones, lejos de los malditos muertos vivientes –esto último lo dijo entre
susurros-.
- ¡¿Tú crees que aún tenemos alternativa?! –la doctora ignoró el tema de
su traslado. No le hacía gracia tener que abandonar la ciudad, pues tendría que
dejar atrás todo lo que había logrado hasta el momento en su laboratorio- Hoy han
aparecido diecisiete nuevas Zonas Rojas, ¡una de ellas en España! Por dios. Hemos
perdido contacto con los laboratorios de la India y ya existen tres países
arrasados por el virus. Para colmo la cepa violenta nos ha traspasado... Jamás hubiésemos podido imaginar que la velocidad de contagio fuese tan elevada.
Zonas Rojas. Así es como llamaba el cuadro de mando a los
espacios tomados por los infectados violentos y los saqueadores. Allí donde las posibilidades de
supervivencia eran nulas.
- El CDC de Atlanta ha creado una vacuna en fase experimental, y nuestro Sujeto S ha mostrado avances increíbles –le rebatió el comandante Antonio-.
- ¡No me intente vender panaceas Madrid! En Atlanta están locos. Hace una
semana probaron su elixir en animales
y ya han muerto el 30%. No es seguro… Y nuestro sujeto continúa en coma
desde que le administramos la vacuna. ¿Qué más da que desaparezca
la infección? Ningún consejo aceptaría jamás nuestra propuesta teniendo en cuenta los
efectos secundarios.
- En eso vamos a incidir hoy. Hemos mejorado la estructura química del
fármaco. Si el Sujeto D sobrevive
al tratamiento habremos encontrado un antídoto.
- …Sea realista comandante. De sus once cobayas seis están muertas, otra
en coma y el resto… -Ruth se estremeció solo de pensar en ello- No quiero que
me relacionen ni a mí ni a mis investigadores con esas “Armas Biológicas” que está coleccionando en tu departamento.
- No soy el único que los considera interesantes. El Ministerio de
Defensa quiere resultados. Conocemos el virus y sabemos tratarlo. Hemos invertido
una gran fortuna en crear estos laboratorios y posiblemente esos hombres sean el
futuro de la biotecnología militar cuando esto acabe.
- ¿Y de que te servirán tus juguetitos si no puedes controlarlos? –la
doctora no esperó respuesta- Solo piensan en matar y alimentarse… -por segunda
vez volvió a estremecerse- Volveré al trabajo. Tengo que aprovechar el tiempo que me queda en Cartagena. Comandante, Cabo –la
mujer les hizo un gesto de despedida y se marchó a su laboratorio-.
Antonio se mantuvo en silencio. La rabia le corroía las entrañas. Odiaba
a aquella mujer y los valores que representaba. Si no hubiese sido por las
impertinencias del comandante y por su constancia, jamás les habrían dejado
investigar sobre humanos. “Puede que no sean métodos ortodoxos. Pero no tenemos
tiempo para actuar de acuerdo a la ética” pensaba. Poco después de que Ruth
abandonase la sexta planta, Antonio se dirigió a su subordinado.
- Supongo que le habrán informado ya de su misión cuando los Helicópteros
vengan a evacuarnos, ¿no es así, Cabo? –le preguntó el comandante médico a su protector-.
- Preferiría hablar de ese asunto en otro momento. Si no le importa.
- Por supuesto. Solo quería asegurarme de que sigue opinando igual de lo
que hablamos anteayer en nuestra reunión. A diferencia de la doctora, tengo
esperanzas en que el Sujeto S
mejore.
- Le entiendo perfectamente. Es usted un visionario. Si todos
tuviésemos que obedecer a un código moral y a nuestra conciencia jamás
encontraríamos una solución a los problemas del mundo.
- Tú lo que quieres es sacar tajada –Antonio se rió-. Quien de con el
antivirus sin duda tendrá un gran poder entre sus manos –una mueca de
malicia surgió en su rostro mientras decía aquello-. Una última cosa.
Asegúrese de que nuestra amiga no suba a los helicópteros. Si todo sale según
lo planeado van a cambiar muchas cosas. No quiero que nadie arruine nuestra sorpresa.
....................................................................................................................
Ruth no llegó a tomar su vuelo. Actualmente se desconoce su paradero.
RAA73: Regimiento Artillería Antiaérea Nº73. Situado en la cuesta de
Tentegorra, Cartagena. La base pertenece al ejército de tierra.
Filovirus: Familia de virus del orden Mononegavirales. Agrupa entre otros
al virus del Ébola y Marburg. Causan fiebres hemorrágicas virales. Destruyen el
sistema inmunológico. Se transmiten entre humanos por hacinamiento, transmisión
sexual o jeringas.
Ébola-Bundibugyo: Nueva cepa del Ébola descubierta en Uganda en 2007.
USAMRIID: Instituto de Investigación Médica del Ejército de los Estados
Unidos para Enfermedades Infecciosas.
CDC: Centros de Contros de Enfermedades.
Búnker de Moncloa: Según leyendas
urbanas, existe un búnker secreto bajo la Moncloa cuya construcción fue
ordenada por Felipe González. Para más información sobre esta fuente hacer
click AQUÍ.
No hay comentarios:
Publicar un comentario